Y qué triste el adiós.

Las despedidas pueden ser momentos muy románticos, pueden demostrar amistad, cariño... Pero son, ante todo esto, tristes. Hay gente que no se despide, simplemente huye. Pero, huir de tus problemas no es ninguna solución. Enfréntate a ellos. Si tienes que decir algo, dilo. Y si te tienes que despedir, despídete. Porque... tendrás un recuerdo triste, pero tendrás un recuerdo. Si no te despides sólo tendrás una prueba de cobardía, de falta de madurez. Porque es de gente madura hacer las cosas con coherencia y con sentido, y es de gente madura enfrentarte a tus problemas. Y si uno de ellos es la despedida, te despides. Aunque el adiós sea muy triste. Demasiado incluso, a veces.

¡Holaaaaaaaa! Mañana por la mañana me marcho al pueblo a ver a mis abuelos... y encima aquí el buen tiempo se ha ido... :( Pero bueno, dejaré una entrada programada para el sábado, supongo. Aunque tampoco creo que ponga nada en especial.

El texto que os he puesto hoy es sobre las despedidas, lo escribí hace tiempo cuando descubrí la canción del título de la entrada (Maldita Nerea - Adiós) y bueno, como hoy me despido (hasta el lunes que vuelva a escribir) pues me pareció adecuado.

Esta noche vamos a ir a ver el partido todos mis amigos y yo, seremos un montón (unos del Madrid, otros del Barça) y supongo que como el otro día nos lo pasaremos genial, a ver quien gana :p

Tenía que ir de compras dentro de poco... pero no tengo ni idea que comprar, me acabaré comprando lo primero que vea (ya os diré).

Y nada más, ¡que tengáis unas vacaciones estupendísimas!

XX, Katia.