Here's to us, here's to love, all the times that we fucked up.

No puedo vivir en un mundo en el que no estés tú para animarme cuando estoy mal y no vengas a contarme tus alegrías para que juntos las compartamos celebrándolas con un abrazo. Sin embargo, al mismo tiempo, sé que no quiero vivir en un mundo en el que estés tú mareándome y con otras personas. Porque pese a que trato de entenderte, soy incapaz.

Si tú supieras, si yo te dijera, si yo te contara.

Admito que poner nombres a las cosas no es lo mío, y tal vez tampoco sea la persona adecuada para aclararte mis pensamientos con palabras. Por el contrario, espero que mis sonrisas valgan para demostrarlo, porque de momento, en la lejanía de tu círculo más cercano, me gusta soltarlas y que emprendan el vuelo hacía ti, un vuelo tímido y sutil. Y mis sonrisas vuelan inocentes, en respuesta a esas miradas que tanto parecen ir hacia mí.

Miss the missery.

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.

Me gusta quedar a solas contigo para ayudarte con algo y que ese sea nuestro pretexto para pasar la tarde haciéndonos reír. Me gusta que le digas a una amiga que te gustar estar conmigo y que para eso, cualquier excusa vale. Me gusta que me desconciertes y me enfades para tratar de amigarte de nuevo conmigo. Pero no me gusta que cuando hay indirectas las evadas. Y no me gusta que me tengas aquí, aparcada.

True colours.

Algún día me gustaría saber por qué la trajiste a donde yo estoy, y mientras ella te cogía de la mano, tú hablabas conmigo. Cuánto te necesito, y qué poco quiero seguir sufriendo para tenerte.

Y así, pasan los días.

Y yo, teniendo que ver cómo llegas ayer de estar con ella. Y tú, teniendo que ver cómo me despedía yo de otro. Y los dos, entonces, nos sonreímos y tonteamos. Yo pienso en el daño y la falta que me haces. Tú a saber en qué piensas, tal vez no quiera saberlo por miedo a que no sea lo que me gustaría. Y así pasan los días, mientras nos alejamos y nos acercamos. Nos alejamos por miedo a lo que digan los demás, pero nos acercamos porque, Adrián, yo ya no se reír si tú no estás para provocar mi sonrisa.

Everlong

Quedar solos para salir y en ningún momento dejar de reír. Acabar acurrucados uno al lado del otro, contándonos nuestras batallitas pero sin mirarnos a los ojos para saber lo que realmente piensa el otro, para no darnos cuenta del daño que nos hacemos. Para el resto del mundo, nos gustamos. ¿Y para nosotros?